Ya sabéis que somos de sobra curiosas y nos atrae mucho cualquier proceso manual. Este proceso tiene además el añadido de las capturas fotográficas que sabéis que es otra de nuestras debilidades!

En este taller os vamos a enseñar como conseguimos impresionar imágenes sobre distintos soportes ayudándonos de una emulsión fotosensible y de la luz del sol.

El proceso es relativamente sencillo  y da pié a investigar cantidad de efectos jugando con distintas variables; destacaríamos fundamentalmente el tiempo y el soporte en cada caso.

Os decimos de manera simple y siguiendo un orden cronológico como haremos nuestras cianotipias.

En primer lugar, haremos fotografías de elementos que nos perezcan idóneos para la técnica. Después con un software de edición fotográfica los convertiremos en negativos sin olvidar voltear cada imagen para que después resulte una visión correcta. Imprimiremos en transparencias al tamaño que estimemos oportunos para cada imagen.

Seleccionaremos dos tipos de papel de 300 gr/m2 y de grano fino para aplicarles la solución fotosensible. También haremos unas pruebas en tejido de algodón que por cierto, nos gusta muchísimo porque la trama se deja ver sin romper demasiado los contornos de la imagen.

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Tanto a los papeles como a las telas le aplicaremos la solución de ferrocianuro de potasio + nitrato férrico amónico con brocha y las dejaremos secar en una habitación oscura.

Ya con los soportes listos por un lado, y con los negativos por otro, nos iremos en busca de un día de sol para empezar a experimentar. Es muy importante controlar el tiempo que incide el sol sobre el negativo montado sobre el papel o la tela porque de esto va a depender en buena manera del resultado de la imagen. Transcurrido el tiempo, procederemos al lavado de los soportes en cubetas con agua destilada y es entonces cuando llega la magia. Esto no es más que un proceso puramente químico: al mezclar los compuestos, la sal férrica se convierte en ferrosa. Al contacto con el agua, los restos de sal férrica se arrastran quedando insolubles la ferrosa que es la que confiere el color azul tan característico.

Por último, sacaremos del baño los papeles y las telas cuando hayan perdido cualquier halo amarillento y las dejaremos secar sin que les de el sol de forma directa.

Os llevaréis vuestras cianotipias después de haber disfrutado todo el tiempo con la emoción constante  del AZUL.